sábado, 11 de mayo de 2013

La Nube: un espacio de lectura para los chicos

Una biblioteca puede tener salas parlantes o silenciosas, ser grande como un teatro o pequeña como un cuarto. Puede ser célebre o desconocida, con material novedoso o viejos libros empolvados. Pero, tengan las características que tengan, las bibliotecas son espacios de lectura, pensamiento e intercambio, lugares donde la sociedad preserva la cultura escrita, la historia y las formas en que se mira a sí misma. También es un espacio para que ese bagaje invalorable esté al alcance de quienes lo requieran. Pero en ese mundo de estanterías, escaleras, lámparas y mesas, brillan con una luz especial las dedicadas exclusivamente a la literatura infanto juvenil que, además del contenido literario, ofrecen un ámbito donde la lectura puede transformarse en juego, entretenimiento y aprendizaje compartido.

La Nube comenzó hace 35 años como la primera librería de Buenos Aires dedicada exclusivamente a los niños. Pablo Medina, su fundador y actual presidente, cuenta que, como mal comerciante que es, compraba tres libros y se guardaba uno, así empezó el acopio de material. La biblioteca tuvo idas y vueltas, pero se mantuvo en crecimiento. En la actualidad cuenta con más de setenta mil volúmenes y es la biblioteca infantil más grande de América Latina, cuyo material consulta gente de todo el mundo.


Variedad, rarezas, incunables o “fenomenales”, como le gusta decir a Medina, todo se puede encontrar en esta “biblioteca de Alejandría” de los niños. De Pinocho hay 300 ediciones diferentes; de Corazón, de Edmundo de Amicis, 150. Entre los incunables hay una edición de Robinson Crusoe traducido por Julio Cortázar o la edición mexicana de El Quillet de los niños, esa maravillosa enciclopedia infantil ilustrada por Oski, Ayax Barnes y Enrique Breccia.




Con su programa de animación a la lectura, propone implementar las acciones
tanto hacia los niños como a los adultos con ellos vinculados. Partiendo del modelo lector que tiene el niño, ya sean los padres, los maestros, su grupo de pares, etc. y reconociendo sus intereses, se convoca a que produzca su propia construcción como lector y sea así arquitecto de este acto de vida que es leer. Lector “no se nace, se hace”; por ello es que la propuesta de La Nube pretende incorporar la animación y la promoción de la lectura utilizando  estrategias y recursos que se vinculen íntimamente con el interés y el afecto del niño.

La Nube es, además, un lugar de juegos, de encuentro, de aprendizaje y un centro de documentación. Es un espacio donde el niño y el libro son los protagonistas, con estantes abiertos donde los libros, aunque sean costosos, raros o viejos, se pueden tocar, leer y disfrutar.

 En el corazón de Chacarita ( Jorge Newbery 3537 CABA), La Nube integra entre sus propuestas una diversidad de opciones: desde los primeros libros y juguetes, títeres nuevos y antiguos, hasta obras de teatro y relatos radiales. Un lugar especial para ingresar a un mundo de fantasía.







Proyecto de animación a la lectura infantil  


 

















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