Una biblioteca puede tener salas parlantes o silenciosas, ser grande como un teatro o pequeña como un cuarto. Puede ser célebre o desconocida, con material novedoso o viejos libros empolvados. Pero, tengan las características que tengan, las bibliotecas son espacios de lectura, pensamiento e intercambio, lugares donde la sociedad preserva la cultura escrita, la historia y las formas en que se mira a sí misma. También es un espacio para que ese bagaje invalorable esté al alcance de quienes lo requieran. Pero en ese mundo de estanterías, escaleras, lámparas y mesas, brillan con una luz especial las dedicadas exclusivamente a la literatura infanto juvenil que, además del contenido literario, ofrecen un ámbito donde la lectura puede transformarse en juego, entretenimiento y aprendizaje compartido.
La Nube comenzó hace 35 años como la primera
librería de Buenos Aires dedicada exclusivamente a los niños. Pablo Medina, su
fundador y actual presidente, cuenta que, como mal comerciante que es, compraba
tres libros y se guardaba uno, así empezó el acopio de material. La biblioteca
tuvo idas y vueltas, pero se mantuvo en crecimiento. En la actualidad cuenta
con más de setenta mil volúmenes y es la biblioteca infantil más grande de
América Latina, cuyo material consulta gente de todo el mundo.
Variedad, rarezas, incunables o “fenomenales”,
como le gusta decir a Medina, todo se puede encontrar en esta “biblioteca de
Alejandría” de los niños. De Pinocho hay 300 ediciones diferentes; de Corazón,
de Edmundo de Amicis, 150. Entre los incunables hay una edición de Robinson
Crusoe traducido por Julio Cortázar o la edición mexicana de El Quillet de los
niños, esa maravillosa enciclopedia infantil ilustrada por Oski, Ayax Barnes y
Enrique Breccia.
Con su programa
de animación a la lectura, propone implementar las acciones
tanto hacia los niños como a los adultos con ellos
vinculados. Partiendo del modelo lector que tiene el niño, ya sean los padres,
los maestros, su grupo de pares, etc. y reconociendo sus intereses, se convoca
a que produzca su propia construcción como lector y sea así arquitecto de este
acto de vida que es leer. Lector “no se nace, se hace”; por ello es que la
propuesta de La Nube
pretende incorporar la animación y la promoción de la lectura utilizando estrategias y recursos que se vinculen
íntimamente con el interés y el afecto del niño.
La
Nube es, además, un
lugar de juegos, de encuentro, de aprendizaje y un centro de documentación. Es
un espacio donde el niño y el libro son los protagonistas, con estantes
abiertos donde los libros, aunque sean costosos, raros o viejos, se pueden
tocar, leer y disfrutar.
En
el corazón de Chacarita ( Jorge Newbery 3537 CABA), La Nube integra entre sus
propuestas una diversidad de opciones: desde los primeros libros y juguetes,
títeres nuevos y antiguos, hasta obras de teatro y relatos radiales. Un lugar
especial para ingresar a un mundo de fantasía.
Proyecto de animación a la lectura infantil
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